La Dra. Alma Rosa Sánchez de la Vega, especialista en Pediatría y Neonatología, nos invita a reflexionar sobre el valioso rol que tienen los padres en la salud infantil.
En el crecimiento y desarrollo de un niño, cada detalle cuenta. Desde los chequeos médicos regulares hasta los cuidados diarios en casa, todo suma. Pero ¿qué pasa cuando gran parte de esta responsabilidad recae únicamente en la madre? Para la Dra. Alma Rosa Sánchez de la Vega, especialista en Pediatría con subespecialidad en Neonatología, es momento de que el rol paterno también ocupa un lugar protagonista en este proceso.
“El rol del padre no se limita a ser el proveedor del hogar; su presencia activa en la crianza impacta directamente en el bienestar físico y emocional de sus hijos”, afirma la especialista.
Acompañar también es cuidar
Aunque es común ver a las madres llevar a sus hijos a las consultas médicas, la presencia paterna sigue siendo escasa. Sin embargo, cuando el padre se involucra activamente —acompañando al pediatra, preguntando, informándose y participando en el día a día de sus hijos— se fortalece el lazo familiar y se construye una red de apoyo mucho más sólida para el niño.
El seguimiento médico no debe limitarse a cuando el niño se enferma. Las revisiones periódicas son fundamentales para vigilar su crecimiento, desarrollo y prevenir complicaciones futuras. “Durante el primer año, los bebés deben ser revisados mensualmente hasta los seis meses, y luego cada dos o tres meses hasta los dos años”, explica la Dra. Sánchez de la Vega. Posteriormente, se recomienda una evaluación anual hasta los cinco años.
Crecimiento y desarrollo: dos caras de la misma moneda
No es lo mismo crecer que desarrollarse, y entender esta diferencia puede marcar la pauta para detectar señales de alerta a tiempo. El crecimiento se refiere a aspectos físicos, como el aumento de peso y talla, mientras que el desarrollo abarca áreas más complejas como el lenguaje, la coordinación, las emociones y el aprendizaje.
Un buen crecimiento favorece un mejor desarrollo. Por ejemplo, un niño con peso y talla adecuados tiene más posibilidades de desarrollar habilidades cognitivas, sociales y del lenguaje de forma óptima. En contraste, un bajo peso puede traducirse en menor concentración, retraso en el habla o dificultades en el aprendizaje.
El padre como guía y acompañante
Ser papá hoy implica mucho más que proveer. Significa también estar presente, involucrarse, aprender y ser parte activa del día a día de los hijos. Esto incluye:
- Asistir a consultas médicas.
- Informarse sobre temas de salud infantil.
- Fomentar hábitos saludables en casa.
- Estar atentos a los cambios físicos o emocionales del niño.
- Brindar contención emocional y apoyo constante.
“Un papá que desea construir una familia debe integrarse en la vida de sus hijos desde su nacimiento. Su presencia impacta significativamente en su salud y bienestar”, asegura la especialista.
La adolescencia y el paso a la medicina de adultos
A partir de la adolescencia, muchos jóvenes comienzan a vivir cambios importantes, tanto físicos como emocionales. Esta etapa representa un reto también en el ámbito médico, ya que los pediatras deben evaluar si es momento de derivar al adolescente a un especialista en adultos o continuar con el seguimiento.
La pandemia evidenció lo frágil que puede ser esta transición. “Muchos adolescentes regresaron con sus pediatras porque sus padres no se sentían cómodos llevándolos con médicos de adultos”, comenta la Dra. Sánchez de la Vega. Aquí también, el rol paterno es fundamental para guiar a sus hijos en decisiones responsables sobre su salud.
Una crianza en equipo
En La Bene, creemos que la salud infantil es una responsabilidad compartida. El compromiso y la participación activa del padre no solo fortalecen el entorno familiar, sino que también son clave para el bienestar físico y emocional de los niños.
Criar es un acto de amor que requiere tiempo, atención y presencia. Como comunidad, debemos impulsar una cultura en la que los padres se involucren de manera consciente en la salud y desarrollo de sus hijos. Porque crecer juntos no solo es posible: es necesario.
Conclusión: La presencia paterna, clave en el desarrollo físico y emocional de los niños
El rol paterno no es solo un complemento, es una pieza fundamental en el desarrollo integral de los niños. Cuando los padres se involucran activamente en la salud, el bienestar emocional y el crecimiento de sus hijos, se construyen vínculos más fuertes y se favorece una infancia más plena y segura.
Como bien lo señala la Dra. Alma Rosa Sánchez de la Vega, es momento de dejar atrás la idea de que el cuidado infantil es solo cosa de mamás. Papá también tiene un lugar clave en este camino, y asumirlo con amor, presencia e información es una forma poderosa de criar con conciencia.
Acompañar, preguntar, participar y estar: todo eso también es cuidar.
Puedes ver un video short con la Dra. Alma Rosa hablando de la importancia de prevenir la obesidad en tus hijos aquí:
Consultas e Información:
Dra. Alma Rosa Sánchez de la Vega (241-
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